QUERIDO ALBERTO

From: josecarlosvilcapoma@hotmail.comTo: vahema@hotmail.comSubject: RE:Date: Thu, 1 Jan 2009 08:18:24 -0500
Querido Alberto:No sabes cómo puede sentirse uno, al haber leido tus líneas poéticas de profundo contenido, enraizado en los dioses tutelares andinos, que siempre te protegerán; además viniendo de un hombre forjado en la lucha, con vena de acero y de vuelo al viento, siempre al lado del pueblo.Gracias hermano en el exilio, empero siempre presente en nuestros corazones, con fuerza y voluntad para alcanzar el noveno cielo, como rezaba un antiguo poema del Presidente chino, o atrapar tortuga en lo hondo de los cinco mares. Al estilo del Tío Ho tus poemas son cantos al pueblo, en este nuevo amamanecer, que paradójicamente es el del 2009.



De seguro, trato torpemente de loar tu vida, cuando ésta desde joven, en el Tercer Mundo de Nicolás de Piérola, se había convertido en la luz para buscar nuevos horizontes; algunos dirán utópicos, sin embargo al fin conductores del pueblo. Más adelante, cerca a los nevados del Huascarán, confundiendo tu fuerza con la nobleza de los transparentes hielos de cerca al cielo, sin dejar de pensar en Justiniano y su herencia campesina, hasta que pude verte por última vez, volando a los cuatro vientos, como vuelan los halcones, hasta el infinito del firmamento, perseguido por mediocres jaurías que sólo dan trancos de ruín vuelo de la gallina. Todavía me golpea el dulce y comprometido eco de tu voz, pensando en los demás; ecos que ayudan a recordar tus huellas y pasos por el Perú profundo, que es una noble forma de vida. Hoy tus poemas se alzan con la fuerza de las metáforas presocráticas de la gran Grecia de Mitos y Leyendas, confundidos con los Takies y Hayllis, cánticos holísticos y naturalistas de los Incas.Hermano, estamos seguros que tu canto y tu voz, hoy sin fronteras, burilarán la piedra y envolverán el mundo, tejiendo solidaridad y compromiso por los demás.Eppur si muove, Galileo Galilei tuvo razón. La rueda de la historia se mueve. Siempre fuiste parte de esa historia.

José Carlos.